Carl Orff Schulwerk - Educación elemental in música y danza
por Michael Kugler
Sumario
- La primera versión del ›Orff Schulwerk‹ (OSW) titulado ›Elementare Musikübung‹ [ejercicios musicales elementales], se publicó entre 1932 y 1935, tras una fase de pruebas en la Escuela Günther de Gimnasia y Danza. La serie no se mantuvo ya que la naturaleza”extraña” de su música y el principio de improvisación se oponían a las especificaciones ideológicas de la época nazi.
- Después de una serie de programas para radio para escuelas que se inicia en 1948, aparece la segunda publicació ›Musik für Kinder‹ [Música para Niños]. La rápida y efectiva distribución nacional e internacional concluye con una recepción y aceptación intercultural del OSW que continúa vigente a día de hoy. Ambas publicaciones se basan en el inspirado ideario artístico y antropológico de Orff, basado en ›la música elemental‹ a desarrollar a través de los medios educativos.
- El núcleo educativo del concepto ›Orff-Schulwerk‹
se forma desde la actividad artística individual y a partir de los
elementos de la música, el lenguaje y el movimiento, para los que las
publicaciones se limitan a proveer modelos. Los problemas OSW pueden
surgir si los modelos son simplemente reproducidos sin tener en cuenta
los aspectos relativos a improvisación y movimiento.
Es por lo tanto vital que la formación y el perfeccionamiento de los docentes se oriente hacia la adquisición de recursos para el trabajo creativo y de un repertorio metódico.
»La intuición se basa íntegramente en el principio de improvisación.« (Carl Orff)
La idea de la difusión actual del concepto de
educación musical ›Orff-Schulwerk‹ en todo el mundo, se produjo durante
la década de 1920 en Munich.
En la Escuela Günther, de gimnasia y danza, fundada
por Dorothee Günther y Carl Orff en 1924, se siguió una nueva dirección
que absorbió influencias de las formas de danza expresiva de Mary Wigmans y la investigación de músicas no europeas emprendida por Curt Sachs.
En adición al piano, se utilizaron instrumentos de
percusión y la danza se desarrolló a partir de movimientos fluidos. La
improvisación juega un papel importante en estas dos formas de
expresión: música y danza.
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Abb: 1-3 OZM
Así fue como la interconexión entre música y
movimiento, y el principio de la improvisación, se convirtieron desde el
inicio en el fundamento constitutivo de Carl Orff para el aprendizaje
›elemental de la música‹.
»La ›Música Elemental‹ no es la música pura, sino que está interrelacionada con el movimiento, la danza y lenguaje; se trata de música creada por individuos que no están implicados solo como oyentes, sino como participantes.« (Carl Orff)
Este enfoque intercultural necesitaba una
atención especial en cuanto a la formación de maestros, inicial o ya
capacitados que, como músicos y educadores se enfrentaban a numerosos
aspectos desconocidos: una nueva gama de instrumentos de percusión, la
flauta, el baile y, sobre todo, la improvisación.
Tras un amplio período de talleres en la Escuela de Günther y varios cursos de formación, Orff publicó el ›Orff-Schulwerk. Elementare Musikübung‹ junto con Gunild Keetman -y Hans Bergese como responsable de la publicación en la edición Schott en Mainz
entre 1932 y 1935-. Este volumen incluye una introducción en la
práctica de la improvisación de grupo, apuntes sobre la técnica para
instrumentos de percusión y composiciones para ensembles.
La primera publicación del Orff-Schulwerk daba
respuesta a las grandes exigencias de los profesores de música
contrarios a la ideología educativa del estado nazi. Por esta razón, la
publicación no se continuó. Las composiciones para danza y ensemble de
la Escuela de Günther realizadas por Gunild Keetman, llamaron no
obstante la atención en aquel momento; el timbre sonoro mostraba
reminiscencias de músicas del Lejano Oriente y Keetman fue la primera en
utilizar estructuras minimalistas como técnica de composición.
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Abb: 1-3 OZM
En 1948, el avance constante del Orff-Schulwerk continuo no obstante con una serie de emisiones
en Radio de Baviera para las escuelas y para las que Carl Orff, Gunild
Keetman y Gertrud Orff, crearon formas lingüísticas, canciones y piezas
instrumentales concebidas como el arquetipo y modelo inicial para el
trabajo de improvisación con niños y jóvenes.
La recién establecida compañía Studio 49 comenzó con la fabricación de ›instrumentos Orff‹ y Schott Music publicó la continuación y ampliación del repertorio de los programas de radio en cinco volúmenes titulados ›Orff-Schulwerk. Musik für Kinder‹.
La intención de este Schulwerk inicial era
proporcionar un conjunto de módulos educativos de música imaginativa con
la que los maestros fueran capaces de seleccionar y adaptar el
material, adecuándolo a los distintos niveles de desarrollo de los
alumnos así como la interrelación con elementos del teatro y de la
danza.
En 1949, Gunild Keetman comenzó a dar cursos para niños en el Mozarteum de Salzburgo, en los que la danza -descuidada a causa de la radio- se reactivó. En 1953, estos cursos se complementan con talleres de formación para adultos a los que muy pronto asistieron también estudiantes del extranjero.
En 1949, Gunild Keetman comenzó a dar cursos para niños en el Mozarteum de Salzburgo, en los que la danza -descuidada a causa de la radio- se reactivó. En 1953, estos cursos se complementan con talleres de formación para adultos a los que muy pronto asistieron también estudiantes del extranjero.
Este fue el comienzo de la recepción internacional
del OSW y la traducción de las ediciones Schulwerk que se adaptaron a la
lengua y la cultura de otros países. La primera edición extranjera se
publicó en Canadá, seguida por otras ediciones en Gran Bretaña, Francia,
Países Bajos, Italia, España, Portugal, Dinamarca, Suecia, Grecia,
Latinoamérica, EE.UU y Japón, entre otros países. El OSW se hizo
conocido en círculos más amplios a través de la producción de dos LPs de
Columbia / Electrola en 1956/57 y la emisión de una serie de programas
para la televisión de Baviera entre 1957 y 1959.
Cursos de formación
Las demandas educativas y artísticas del OSW en
las áreas interrelacionadas de música, lenguaje y movimiento, así como
los principios sobre improvisación y música creativa en cuanto a las
formas no escritas, requerían una formación específica que se comenzó en
1961 en la Mozarteum de Salzburgo y continuó en 1963 en el marco del ›››Orff-Institut, un edificio especialmente designado a ello.
Desde entonces, el concepto OSW se ha ramificado en una variedad de temas especializados, incluida la música y movimiento para niños, actividades de integración en los ámbitos de la teoría de la educación y la educación terapéutica, la combinación de la danza con las artes visuales y la educación estética, la perspectiva intercultural, la terapia de la música y el teatro musical elemental. Gracias a esta compartimentación y su recepción en todo el mundo, la OSW ha logrado una posición única como concepto de educación musical en el siglo XX.
La intención del OSW en utilizar los impulsos
antropológicos de todas las culturas musicales ha dado lugar en
numerosos países a la reactivación de las tradiciones culturales de
origen. Esta perspectiva intercultural era ya innata en el trabajo
realizado por Orff y Keetman, y sigue siendo desarrollada en las
actividades de formación del Instituto Orff hasta el día de hoy.
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Abb: 1, 2 OZM; 3 Foto: Ellinger, Salzburg; 4 Peter KeetmanEl OSW activa los patrones musicales del comportamiento intercultural y por lo tanto no sólo proporciona oportunidades de educación musical, sino también abre numerosas posibilidades, integradoras y terapéuticas, en educación general.
Es fundamental distinguir entre concepto y
edición, en la esencia del OSW. La idea conceptual involucra la
estimulación, el fomento de la expresividad y la creatividad dentro de
una estrecha relación entre música, lenguaje y movimiento.
La realización implica procesos de improvisación en grupo, en los que ›formas simples‹ en el sentido antropológico, determinan el ritmo, la melodía, los elementos de la tonalidad, la estructura y la interacción musical. Las ediciones OSW ›Elementare Musikübung‹ (1932-1935) y OSW ›Musik für Kinder‹ (1950-1954), proporcionan modelos para la enseñanza musical interactiva, pero en su forma escrita, refleja de manera natural los componentes actuales en la actividad cultural.
La realización implica procesos de improvisación en grupo, en los que ›formas simples‹ en el sentido antropológico, determinan el ritmo, la melodía, los elementos de la tonalidad, la estructura y la interacción musical. Las ediciones OSW ›Elementare Musikübung‹ (1932-1935) y OSW ›Musik für Kinder‹ (1950-1954), proporcionan modelos para la enseñanza musical interactiva, pero en su forma escrita, refleja de manera natural los componentes actuales en la actividad cultural.
Actualmente se producen también interpretaciones
erróneas y falsificaciones del OSW, concretamente a través de la
reproducción de los materiales que aparecen en las publicaciones OSW
pero fuera de su contexto intelectual y educativo, es decir, obviando
principalmente los elementos relativos a improvisación y movimiento.
La auténtica realización del OSW debe partir de estos principios educativos y tener en consideración los contenidos.
La auténtica realización del OSW debe partir de estos principios educativos y tener en consideración los contenidos.
Los profesores son aconsejados:
- A comenzar con situaciones que sean procesables, es decir, definir los contenidos específicos a través de la experimentación, la repetición y variación, para ir desde la exploración a la »aventura de la improvisación« (U. Jungmair), y sólo entonces, utilizar cualquier forma de notación pero no de manera prioritaria
- A asentar el aprendizaje como un proceso interactivo dentro del grupo, es decir, la realización de contenidos, sistemáticos e improvisados, implícitos en juegos de pregunta y respuesta, ecos y elementos dentro de la forma Rondó que al mismo tiempo permitan variedad de niveles de interpretación.
- A integrar el movimiento, el habla, el canto y la ejecución instrumental en la medida de lo posible, es decir, permitiendo que el elemento de una actividad pueda desarrollarse y combinarse con otras y que todo concluya en proyectos creativos.
- A priorizar la piedra angular que son las estructuras y los patrones iniciales, es decir, por un lado favorecer la utilización de pequeños y manejables elementos estructurales para reducir la complejidad excesiva y la incertidumbre a la hora de crear ideas individuales y, por otra parte, lograr actualizar el potencial compositivo que prevalece en cualquier persona.
El contenido de las directrices ha de entenderse en el sentido más didáctico de la palabra aprendizaje:
- A atender el ritmo como elemento de interconexión entre música, lenguaje y movimiento, parámetro fundamental y omnipresente en el aprendizaje y que tiene una importancia primordial en el OSW, especialmente en el ámbito de la percusión corporal, el movimiento y las formas de danza y la interpretación de instrumentos de percusión.
- Las melodías deben desarrollarse a partir de la declamación vocal espontánea, de las llamadas, la recitación, el tarareo, el canto o el juego “explorador” a partir de instrumentos melódicos (flautas o aquellos tocados con baquetas). Aquí, el papel principal ha de ser tomado a partir de un modelo de expresión desde una frase melódica que sea adecuado. El establecimiento de un modo o una clave determinada, es un proceso secundario.
- A comenzar actividades sobre estructuras tonales y armónicas con una nota fundamental subyacente, es decir, con el principio de Bordón. Ritmo y melodía proporcionan una estructura básica a partir de ejercicios rítmico-melódicos apoyados sobre la base de una sola nota. La experimentación y la improvisación no dependen aquí de una estructura polifónica en el sentido de la música occidental. La extensión tonal se construye con la ayuda de la armonía concebida en sustratos, el paralelismo y la estratificación.
El OSW, como concepto elemental en la formación musical y de danza, activa tanto el potencial expresivo como antropológico y potencia la actitud intercultural proporcionando, por lo tanto, no sólo oportunidades en educación musical, sino también abriendo numerosas posibilidades de la educación en general, de forma integradora y terapéutica.
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